domingo, noviembre 12, 2006

Luz amarilla en el sector pyme industrial

Para algunos economistas, la situación actual de las pymes industriales es la mejor en décadas. Sin embargo, se ven nubarrones en el horizonte de las empresas pequeñas y medianas: falta el crédito, aumentaron los costos internos y la competencia china no da un respiro.
Diego Obere, coordinador de la Fundación Observatorio Pyme, fue invitado a Noavestruz, y dialogó con Nino Fernández acerca del reciente informe coyuntural elaborado por esa entidad.


La Fundación Observatorio PyME es una entidad sin fines de lucro, fundada por la Università di Bologna, la Organización Techint y la Unión Industrial Argentina, con el objetivo de promover la valorización cultural de las pequeñas y medianas empresas en la sociedad, la investigación microeconómica aplicada y las políticas públicas de apoyo al desarrollo productivo.

Noavestruz contó con la presencia de Diego Obere, economista coordinador de esa entidad, quien brindó detalles del segundo informe coyuntural de las pymes industriales.

Nino Fernández comenzó la charla afirmando que la información es contradictoria, ya que para algunos economistas las empresas pequeñas y medianas del sector industrial presentan un importante crecimiento y buena rentabilidad, mientras que otros aseguran que no, ya que deben enfrentar diversas dificultades, como la competencia con China, el aumento de los costos internos y la falta de crédito.


¿Cuál es la visión del observatorio sobre la situación actual de las pymes industriales?

Después de la devaluación, el sector de las pymes industriales fue el que primero reaccionó ante los nuevos precios relativos, aumentando la producción y el empleo.
Lo que nosotros comenzamos a percibir desde principios de este año, es que se empiezan a ver realidades distintas. Luego de cuatro años y medio de fuerte crecimiento, ahora se empiezan a perfilar diferencias sectoriales. Las empresas medianas, que tienen entre 50 y 200 ocupados, tienden a tener un comportamiento más similar al de las empresas grandes, mientras que algunas empresas pequeñas están teniendo mayores dificultades: perciben mayores aumentos de costos, pueden trasladar menos a precios y entonces su situación no es tan positiva.


¿Cómo influye la baja rentabilidad en una pyme?

A nosotros nos preocupa mucho el tema de la rentabilidad, porque es la principal fuente de financiamiento de las inversiones para el crecimiento. Tengamos en cuenta que el 80% de las inversiones que realizan las pequeñas y medianas empresas se financian con recursos propios. Esto es algo que nosotros ya destacábamos en los años 90. Las empresas tienen que contar con buena rentabilidad total o con financiamiento bancario para poder invertir. Y nosotros tenemos que ser conscientes de que en la Argentina de hoy, el crédito al sector privado es el 10% del producto bruto y, particularmente el del sector industrial es solamente el 2%. De ese 2% del PBI, imagínense que para las pymes queda muy poco. Hay una ausencia de financiamiento bancario, y esto repercute necesariamente en el crecimiento.


Y para colmo de males, el Congreso tiene bajo siete llaves el proyecto para desgravación impositiva de ganancias a las empresas que reinviertan utilidades.

Ese es otro punto importante. Este es un proyecto en el cual nosotros teníamos muchas expectativas, el presidente de la Fundación, el director, todos se han manifestado muy a favor de este proyecto que es universal, todas las empresas iban a poder sacar del impuesto a las ganancias aquellas inversiones que realizaban y descontarlas... Esperemos que este proyecto sea sancionado a la brevedad.


Anteriormente mencionaste el aumento de costos, ¿te referías a insumos, materia prima y sueldos?

Exactamente, es notorio que en este año hubo un importante aumento de costos: se ajustaron los salarios, los precios de las materias primas, y esto no es sólo una cuestión argentina.
Los precios internacionales de las commodities se han incrementado: el petróleo, el aluminio, el cobre y el zinc han aumentado sus valores en el segundo trimestre. Las empresas pequeñas se ven afectadas por el lado de sus costos, porque tienen restricciones en cuanto al stock y presentan una capacidad menor de negociar estos precios.


De todas formas, hay pymes que defienden los aumentos de sueldo porque refuerzan el mercado interno. ¿Estás de acuerdo?

Por supuesto, la recomposición de los salarios es importante. Esto aumenta la demanda interna y mantiene alto el nivel de actividad. No es eso lo que se está planteando de este lado, sino tratar de que los ajustes sean previsibles y que las empresas los puedan internalizar a su estructura de costos.

Nosotros estamos viendo que los precios de las empresas que no se ven afectadas por la competencia internacional están aumentando por encima del índice de precios al consumidor o el de productos industriales. Otra cosa que observamos es que los precios libres se están moviendo más que los regulados.


Anteriormente hiciste referencia al protagonismo de las pymes en la recuperación que vino luego de la devaluación: Apareció la sustitución de importaciones, y luego el ingreso de muchas empresas a la actividad exportadora. ¿Creés que se empieza a diluir ese protagonismo de las pymes?

Yo destaco la gran capacidad exportadora que mostraron las empresas industriales. De hecho, nosotros percibimos que casi un 30% de las empresas que actualmente están exportando, empezaron a hacerlo después de la devaluación.
Pero vemos que va perdiendo fuerza esa ola que impulsó el crecimiento. Algunas empresas están en condiciones de seguir creciendo, mientras que otras no. Los motivos son varios: quizás llegaron al límite de su capacidad instalada, o tienen mayor competencia en su mercado, o son menos innovadoras. También puede ser porque tienen maquinarias más atrasadas, pero lo que se ve claramente es que estas empresas empiezan a tener algunas dificultades.


El año pasado se hablaba de que la capacidad instalada industrial estaba por encima del 78%. Pero después hubo inversiones. ¿Se neutralizó ese efecto?

De los datos que suministra el INDEC surge que desde 2004, las grandes empresas mantienen constante la utilización de la capacidad instalada. Esto quiere decir que el aumento de la producción es acompañado con aumento de infraestructura, de las maquinarias y demás inversiones.
Entre las pymes, nosotros vemos que en este año se percibe también una mayor utilización de la capacidad instalada. Estamos en el 78% promedio, contra 75% un año atrás. Pero la diferencia con las grandes es que presentan muchas divergencias regionales y sectoriales: en algunos sectores, en especial las metalmecánicas y las textiles, ya están al límite, con la capacidad entre 85% y 100%. Pero en otros, la utilización de la capacidad instalada es menor, y eso también impacta sobre el desempeño de las empresas.

La realidad muestra que los indicadores industriales agregados están siendo liderados por sectores en los cuales las pymes no tienen gran preponderancia: automotrices, cemento, vidrio, y otros donde la participación de las empresas pequeñas y medianas es menor.Las pymes están en sectores que no tienen tanto dinamismo, y tienden a mostrar un menor crecimiento.


¿Cuáles son las expectativas que tienen los empresarios industriales en la actualidad?

Las expectativas para lo que resta del año son positivas. Las empresas esperan que se incrementen las ventas en general, las horas trabajadas, las inversiones y las exportaciones. La rentabilidad es el punto en discordia, es aquí donde las opiniones son más variadas, producto de los desajustes de los costos que crecen el doble de los precios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que siempre hay otra variable que interviene en la rentabilidad total, que son las cantidades vendidas; y con una economía que se expande, parte de la caída en la rentabilidad unitaria, es absorbida por esto.
Para cerrar, les comento que el 60% de los empresarios sigue diciendo en que este es un buen momento para la inversión en maquinaria y equipos. En la fundación, desarrollamos un índice de confianza empresaria que seguimos cada 3 meses, y en este índice vemos que los humores empresariales siguen siendo positivos, más allá de esta incertidumbre por la rentabilidad.


¿Ventas y exportaciones?

Ventas y exportaciones siguen siendo buenas, se mantienen a los mismos niveles del año pasado, un poco por debajo en las expectativas de exportaciones. Puede ser que uno de los motivos sea el atraso del tipo de cambio.


¿Sobre incertidumbre política han detectado algo?

El principal motivo de la “no-inversión” es la falta de financiamiento, en segundo lugar hay algunas empresas que todavía tienen capacidad instalada, y el tercer motivo es la incertidumbre sobre la evolución de la economía nacional. Los empresarios dicen que no son tan importante los cambios que se puedan dar en precios, en costos y en otras variables ajenas a las decisiones que toma la empresa, como el hecho de no poder saber con certeza cuándo se van a dar esos ajustes. Creo que todos tenemos que trabajar por lograr mayor certidumbre en la evolución de las variables económicas.


Para descargar el informe coyuntural completo, haga clic aquí

Más información: www.observatoriopyme.org.ar

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